Hace un poco más de dos años, cuando dejé mis andada de solo estudiante y emigré de las residencias universitarias, me mudé junto con otra residente y colega (de carrera y de trabajo en ese momento) y otra amiga. También una de nuestras amigas de residencias se unió a nuestro grupo, aunque no vivía con nosotras. Juntas formamos el club de las vacas dálmatas (pero eso es otra historia); el punto es que todas nacimos en un periodo de un año y cumplimos años en agosto, septiembre, octubre y noviembre.
Recientemente, e inagurando la temporada de cumpleaños, una de ellas cumplió años y de casualidad me acabo de dar cuenta que de hoy en dos meses yo cumplo añitos de nuevo y es una extraña sensación, jaja; felicidad, tristeza, nostalgia... de todo un poco. En fin, cuando ella cumplió años, descubrí que esa edad que tiene ahora ya suena bastante.
Pues sí, si se devuelven a revisar en mis artículo por ahí de octubre del año pasado, podrán darse cuenta de cuántos años voy a cumplir, y tal vez algunos hasta se identifiquen conmigo.