Recientemente visité el Monumento Nacional Guayabo, en Turrialba y realmente me pareció un viaje muy agradable.
Lo más memorable. Recomiendo el viaje por la carretera vieja a Turrialba; la cual desde que se desvía antes de llegar a Cartago, ofrece hermosos paisajes, como el volcán Irazú y diversos poblados alejados del centro.
La visita al Monumento puede ser un poco corta; ya que solamente hay dos senderos; uno que llega a las ruinas y otro que rodea el otro sector del parque; por lo que se puede preparar con anticipación para ir a algún otro lugar cercano.
Los senderos son muy tranquilos, algunos bastante empinados, pero llegar al mirador y poder observar el conjunto de construcciones e infraestructura da una sensación de misterio, que se convierte en asombro cuando se observa más de cerca las calzadas y acueductos construidos hace mucho tiempo atrás.